Durante su prueba ante el alto mando de las fuerzas especiales, Hibino Kafka, mejor conocido como Kaiju no. 8, detuvo su transformación en monstruo a último momento.
Justo después de que el general de las fuerzas militares perdiera las esperanzas en el protagonista, este se atravesó a sí mismo con un poderoso ataque de su propio brazo. Para muchos fue una sorpresa, ya que Kafka había perdido el control completo de su cuerpo. Incluso vimos cómo la bestia en su interior se tragó lo que le quedaba de consciencia humana.
Entonces, ¿cómo es posible que Kafka resistiera su transformación y retomara el control de su cuerpo? Pues la respuesta la tuvimos en ese mismo capítulo, pero en el manga, ya que el anime se saltó una escena importante para entenderlo.
Lo que el anime no te contó sobre Kaiju no. 8 descontrolado
El último recurso de Kafka que detuvo la transformación en Kaiju no. 8
El anime se saltó la estrategia desesperada de Hibino Kafka con la que detuvo su rápida transformación en el Kaiju no. 8.
Su voluntad estaba siendo consumida por el monstruo en su interior, el cual parece una especie de mosca mutante. Pero Kafka recuperó fuerzas porque no quería matar al padre de Kikoru Shinomiya, y mucho menos frente a ella. ¿Pero estaba dispuesto a todo para impedirlo?
La respuesta nos la dio el manga, donde Kafka hace un movimiento de último recurso para recuperar el control de su cuerpo. Tras un recuerdo de Mina Ashiro que le dio un poco más de fuerza, Kafka se atravesó a sí mismo dentro de su consciencia, sabiendo que eso le causaría algún tipo de daño a su cuerpo real.
Las siguientes imágenes no aparecen en el anime de Kaiju no. 8:
Fue un plan bastante peligroso y sin nada garantizado, pero gracias a esto Kafka detuvo su transformación en Kaiju no. 8 lo suficiente para recuperar el control.
¿Cuáles son las consecuencias de herirse en su transformación Kaiju?
Cuando Kafka detuvo su transformación en Kaiju no. 8, su cuerpo real también se atravesó con un poderoso golpe.
Pero en el anime los monstruos pueden regenerarse, así que un golpe al pecho no debería ser tan grave. En especial tras ver al Kaiju sacrificar su cuerpo completo y regenerarlo al instante en ese mismo combate.
En teoría los Kaiju abismales pueden regenerarse siempre que su núcleo esté intacto. Sin embargo, Kafka quedó con una herida bastante grande en el pecho tras el combate. Esto significa que el Kaiju no. 8 no regeneró el ataque de Hibano Kafka contra sí mismo, ya sea porque negarse o porque no pudo.
Lo cierto es que ambos son sus más grandes debilidades. Especialmente con el monstruo intentando controlarlo en su interior.